El “Macho” Camacho perdió su última pelea

El pasado martes 20, el ex campeón fue sorprendido a balazos mientras se encontraba en el interior de un vehículo a las afueras de un establecimiento de Bayamón, en San Juan, Puerto Rico. Ante la gravedad de su situación tuvo que ser trasladado de emergencia al hospital más cercano.

Durante su primera noche en el hospital, el corazón del ex pugilista se detuvo por un momento. Según el reporte médico, Héctor “Macho” Camacho recibió una bala en la mandíbula izquierda que le fracturó las cervicales 5 y 6, y provocó una lesión carótida que interrumpió el flujo de sangre al cerebro.

Aproximadamente el 91% de los traumatismos cerebrales relacionados con el uso de armas en Estados Unidos son fatales, mientras que sólo un 11% de los traumatismos cerebrales causados por caídas terminan en la muerte, según el Instituto Nacional de Trastornos Neurológicos y Accidentes Cerebrovasculares de Estados Unidos.

En conferencia de prensa, Ernesto Torres, director del área de trauma del Centro Médico en San Juan, dio a conocer esta noticia tras haberse realizado todos los estudios pertinentes: “Tenemos que decirle al país y al mundo que “El Macho” Camacho ha muerto… clínicamente tiene muerte cerebral, hay unas variaciones negativas. Ya le dimos las pruebas al neurólogo para que nos brinde un diagnóstico final. Ya todo lo que se necesitaba para un diagnóstico se ha realizado”.

La Biblioteca Nacional de Medicina la define como a “la pérdida irreversible de todas las funciones cerebrales, incluyendo el tronco cerebral. Los tres hallazgos esenciales en el cerebro para poder declarar muerte cerebral son: coma, ausencia de reflejos cerebrales y detención de la respiración.

Cuando no llega al cerebro ni el flujo sanguíneo ni el oxígeno, este órgano deja de trabajar. Sin embargo, el resto de los órganos podrían seguir funcionando gracias a la asistencia mecánica incluso varios días o meses después de que el cerebro haya “muerto”.

Existen dos formas en que las personas pueden morir: por muerte cardiopulmonar o por muerte cerebral. Ambas son definiciones formales y legales de muerte, por eso a “Macho” Camacho ya le había sido expedido el certificado de defunción.

Algunos de los signos son los siguientes: la persona no responde a un estímulo externo, el paciente está inconsciente, sólo sigue respirando y latiendo su corazón debido al uso de un ventilador debido a que ocurrió un accidente grave e irreparable en el cerebro. Según la "Ley de determinación uniforme de la muerte" de Estados Unidos, la muerte cerebral ocurre cuando una persona deja de respirar de forma permanente, el corazón deja de latir, y cesan "todas las funciones del cerebro completo, incluso el tallo cerebral".

Tras la situación que experimentó el ex boxeador, el doctor Torres les planteó a sus familiares la posibilidad de poder donar sus órganos vitales, si es que así lo desean. “Se le ha dado el espacio a la familia para ver si (Héctor) se convierte en un donante. Se ha dado el espacio a su papá y a su mamá para que tomen la decisión. Esa decisión me la van a dar para comenzar el proceso”, manifestó el galeno.

La donación de órganos consiste en tomar partes y tejidos sanos de una persona para trasplantarlos en otras. Los especialistas dicen que los órganos de un donante pueden salvar o ayudar hasta 50 personas. Entre las partes que se pueden donar incluyen: órganos internos (riñones, corazón, hígado, páncreas, intestinos, pulmones), piel, hueso y médula ósea y córnea. La mayoría de las donaciones de órganos y tejido ocurre cuando el donante fallece. Pero algunos pueden ser donados en vida.

Desde muy temprana edad, el puertorriqueño supo que tenía vocación para ser boxeador, pues a la edad de quince años fue arrestado por sostener una pelea con un adolescente. A partir de entonces, descubrió que tenía una habilidad para propinar golpizas, lo cual lo impulsó a meterse de lleno en este deporte.

Sin miedo alguno, el ex pugilista se puso ‘al tú por tú’ contra cualquier oponente que se le atravesó en su camino y lo retó, incluso, sin importar que se tratara del mismo Sugar Ray Leonard, a quien no le tuvo compasión y lo derrotó por nocaut en 1997.

Además de luchar contra el legendario Sugar Ray Leonard, “Macho” Camacho se enfrentó contra otros titanes del boxeo como Julio César Chávez, Edwin “Chapo” Rosario, Ray “Boom Boom” Mancini, Greg Hausen, José Luis Ramírez, Roberto “Manos de Piedra” Durán, entre otros. En la imagen: Camacho contra Oscar de la Hoya.

Con tres campeonatos mundiales, un total de 88 peleas disputadas, de las cuales ganó 79 y perdió 6, “El Macho” Camacho se consagró como uno de los mejores exponentes del boxeo a nivel internacional en la década de los años ochenta y noventa.

Además de boxear, el boricua también demostró que se puede poner el sabor sobre la pista de baile. Durante su participación en el concurso de Mira Quien Baila, el ex púgil dejó con la boca abierto a más de uno al sorprenderlos con sus pasos, movimientos y coreografías.

Durante muchos años el deportista se vio metido en escándalos por sus adicciones. En 2007, fue detenido en un centro por el robo a una tienda de computadoras en Mississippi. Tras examinarlo, se encontró que llevaba consigo éxtasis, una sustancia psicoactiva con propiedades estimulantes.

La dependencia de las drogas se produce cuando se desarrolla una "necesidad" física o emocional de éstas en el organismo. En los Estados Unidos y Canadá, aproximadamente el 40% de los adultos usarán una droga ilegal en algún momento de su vida, de acuerdo con información de la Biblioteca Nacional de Medicina.

Héctor Camacho Jr., mejor conocido como “Machito”, tiene la responsabilidad de demostrar que su apellido pesa en el ring, y al parecer lo está haciendo muy bien. De sus 58 peleas que lleva, ha ganado 52, de las cuales 28 han sido por KO.